“Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana.” José Martí
Es normal que no siempre esté de acuerdo con su forma de pensar o actuar. Incluso, tengo dudas sobre si es la persona que en mi mente imaginé, o si me he equivocado.
No puedo, además, apartar de mí las sospechas de que los regidores tomaron dinero proveniente de la corrupción para aprobar la bomba de combustibles en la Alcaldía de Santo Domingo Este. El accionar de esa sala capitular se asemeja al de una banda de zombis sin control, buscando «presas» donde la decencia se mancha, donde los partidos se extinguen y parece existir solo un color: el de lo que traiga el maletín de las dádivas. Así pienso, y menos mal que, por pensar, no demandan penalmente.
Por desgracia, la moralidad parece haber salido de vacaciones entre los regidores de Santo Domingo Este. Ya no importa que el pueblo —sí, el pueblo— esté convencido de manejos corruptos; ellos siguen actuando como si el propósito de ser regidores fuera «liquidarse».
En este contexto, sumado al ambiente extraño de espera de nombramientos en el tren gubernamental —donde quienes se consideran políticos deben tener paciencia, prudencia, mesura y compostura—, aparece Jehimy Núñez votando en contra de una abusiva y posiblemente corrupta aprobación en el Consejo de Regidores de una bomba de combustibles.
Dos regidores, además, se abstuvieron, para vergüenza de la ciudad e insipidez de los partidos de oposición. Esto se suma a la alarma por el comportamiento lesivo contra la ciudad y al atentado al prestigio del partido de gobierno en un municipio que parece sin rumbo, donde sus representantes hacen gala de lo peor del comportamiento cívico.
En el transcurso de los acontecimientos, poco se dice o se ve, pero la historia recogerá dignamente el accionar de regidores que, aunque en minoría, no se dejaron corromper en el ejercicio del poder. La historia separará a los dignos para convertirlos en ejemplo de futuro, mientras que los levantamanos quedarán asociados a lo nocivo de la sociedad. Ellos serán sumados al lastre político-social del que, por desgracia, una ciudad no se sacude fácilmente, pero que les cercena la posibilidad de hablar de decencia y honestidad para siempre.
El futuro de un ser humano siempre es impredecible. Fidel Castro advirtió a Chavez: «NO LE PONGAS EL NOMBRE A NADA DE ALGUIEN EN VIDA, NO SABES COMO TERMINA» pues la historia recoge desde traidores a su gente o a su historia hasta regeneraciones positivas de los que vivieron etapas negativas, pero las historias recientes son las que vivimos y en este momento triste de la ciudad que mancha para siempre en lo digno, la decencia y la honestidad a muchos, se puede estar de acuerdo o no con la actitud de Jehimy Núñez, pero es la representante de lo correcto por el bien de la ciudad…. la vela del que un barco llamado Santo Domingo Este, quien sabe, se agarre para transitar en un camino correcto.
